Día Mundial de la No Violencia y la Paz

Por Rubén Hernández

Paz (del latín pax), definida en sentido positivo, es un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad en las partes de una unidad.

En el plano colectivo, «paz» es lo contrario de la guerra estado interior (identificable con los conceptos griegos de ataraxia y sofrosine) exento de sentimientos negativos (iraodio). Ese estado interior positivo es deseado tanto para uno mismo como para los demás, hasta el punto de convertirse en un propósito o meta de vida. También está en el origen etimológico de los saludosshalom en hebreo y salam en árabe significan «paz» o «la paz esté contigo o con vosotros», y también se emplean como despedida, significando entonces ve en paz o id en paz; en cambio, salve, el saludo latino, es un deseo de salud, concepto también muy relacionado. El saludo de paz o beso de la paz es una parte de la misa en que los asistentes «se dan la paz».

En el Derecho internacional, el estado de paz es aquel en el que los conflictos internacionales se resuelven de forma no violenta; y particularmente se denomina «paz» al convenio o tratado (tratado de paz) que pone fin a la guerra. Existe una rama del estudio de las Relaciones Internacionales denominada «irenología» o «estudios de la paz y los conflictos».

Puede hablarse de una paz social como consenso: el entendimiento tácito para el mantenimiento de unas buenas relaciones, mutuamente beneficiosas, entre los individuos; y a distintos niveles, el consenso entre distintos grupos, clases o estamentos sociales dentro de una sociedad.

Históricamente ha habido numerosas y diversas concepciones de la paz. Por ejemplo, en el famoso y milenario libro chino, el I Ching, lo opuesto a la paz es el estancamiento. Simbólicamente, esto indica que la paz no es un absoluto, sino una búsqueda permanente. Y además, indica que el conflicto no es lo opuesto a la paz. Conviene en un trámite hacia la paz, transformar el conflicto, no suprimirlo. Las gestiones no-violentas encarnan este trámite de transformación pacífica del conflicto.

Erasmo de Roterdam filósofo neerlandés expresó «La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.»

Benito Juárez, presidente mexicano, dijo «el respeto al derecho ajeno es la paz».

 Recordemos que Martin Luther King escribió en su Carta de Birmingham, escrita en prisión: que «la verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia».

El pacifismo es una doctrina que ha estado presente en varias culturas del mundo principalmente en la tradición oriental con corrientes como la filosofía china o el hinduismo y en la occidental con la tradición judeocristiana.

En la filosofía china quizás sus principales exponentes son Confucio que entiende el pacifismo como el amor a la vida y todas sus expresiones incluyendo al ser humano y Lao-Tsé que nos devuelve a la naturaleza, entendiendo el pacifismo como el autocontrol y la conciencia de nuestros actos violentos.

La aparición del pacifismo en occidente se remontará a cuando los primeros cristianos se negaron a tomar armas y ejercer la violencia, para lo que utilizaron una frase del Sermón de la montaña: «No resistáis a la violencia con la fuerza».

En el hinduismo aparece con el concepto áhimsa que es el respeto a todas las formas de vida y la negación a toda violencia. Esta es la que Mahatma Gandhi entiende y transforma en acción tanto personal como colectiva. Este concepto más que englobar una virtud es más bien entendida como modo de conducta.

Los dos principios o ideales básicos que dirigieron la vida de Gandhi fueron la verdad y la no violencia. Para él, la verdad era Dios, y llevar a cabo esta verdad como Dios fue el máximo propósito de su vida. Propuso la teoría de que la verdad solamente se podría llevar a cabo mediante la no violencia: «La verdad es el fin, y la no violencia, el medio».

Gandhi brindó su propia definición y explicación de la no violencia que trascendía el entendimiento convencional del concepto. Para Gandhi, la no violencia no fue un concepto negativo significando no dañar o no matar, sino un concepto positivo que significaba el amor en el sentido del servicio altruista para nuestros seres compañeros, lo que incluye toda la creación. La esencia de sus argumentos es que uno debe intentar la práctica no violenta en pensamiento, palabra y obra, y organizar todas las actividades de la vida sobre este fundamento. Esto ocasionaría cambios revolucionarios sin precedente en la vida humana.

En síntesis, los conceptos de paz y no violencia están íntimamente relacionados, de manera que no puede existir uno sin el otro. Por ello, nuestra conducta en la vida se debe guiar por esos dos principios, pues no sólo nos permite conseguir la paz social sino también la interior.

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